Constantemente, el ser humano ha estado consciente de
que la obtención de eficiencia solo es posible a través del ordenamiento y
coordinación racional de todos los recursos que forman parte del grupo social;
esta actividad corresponde a la etapa del proceso administrativo denominada
organización.
Una vez que se ha establecido los objetivos a alcanzar
durante la etapa de planeación, será necesario determinar qué medidas utilizar
para lograr lo que se desea; esto es solo posible a través de la organización.
La palabra organización tiene tres acepciones: una
etimológica que proviene del griego órgano que significa instrumento; otra que
se refiere a la organización como una entidad o grupo social; y otra que se
refiere a la organización como un proceso; como se pueden dar cuenta son muchos
puntos de vista para definir la organización.
Si se analizan estos significados se puede
concluir que, en esencia, las tres
involucran la idea de una estructura, aunque con diferentes implicaciones; es
esta unidad se estudiará a la organización como un proceso o etapa de la
administración.
La organización, por su propio contenido humano y por
su naturaleza de conjunto social, es dinámica y está influida por los avances
tecnológicos y científicos y sobre todo por las normas de conducta de sus
componentes. Por ello, se requiere establecer procedimientos anticipados de
actuación; es decir, un modo prescrito de hacer las cosas para lograr un
objetivo predeterminado.
La organización
formalmente se entiende como un sistema de esfuerzo cooperativo, previo
y consciente planificado y coordinado para que cada uno de los que participan
en el conozcan de antemano los labores, responsables y derechos que le
corresponden en su condición de integrante del grupo.
Para una buena organización se ha creado un sistema de
reglas formales cuyas bases son las siguientes:
- Todas las partes de una organización deben obedecer
a un objetivo definido.
- La responsabilidad de realizar un trabajo debe ir
acompañada de la autoridad para dirigir y controlar los medios de hacerlo.
- Deben establecerse en toda la organización niveles
de autoridad, a los que hay que obedecer y respetar.
- Deben existir una autoridad suprema, a quien
corresponde la máxima responsabilidad, inclusive por la actuación de sus
subalternos.
- Es necesario limitar el número de subalternos en
cada uno de los niveles de autoridad, para poder ejercer una buena coordinación
sobre sus labores.
- La autoridad suprema debe concretar sus actividades
sus actividades a establecer normas de actuación y resolver los asuntos no
rutinarios o de excepción.
- Tanto los deberes como las responsabilidades y la
autoridad que tiene personalmente cada cargo, deben definirse claramente y
establecerse por escrito.
- El agrupamiento de los labores dentro de la
organización debe hacerse con base en su naturaleza similar, a fin de lograr la
homogeneidad en la realización de tareas y actividades.
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